Grandes y pequeños…árboles y arbustos; hierbas, musgos y
líquenes forman la gran familia del reino de los vegetales. Cada uno en su
núcleo de familia, género y especie y; llevan en su estructura de ADN la
potencial y valiosa información respecto a sus bondades y virtudes medicinales.
Más allá de ese puente donde el espacio físico roza lo sutil, en el feudo de
los duendes, las hadas y los elfos emerge el resplandor del reino de
esmeraldas. Allí, los bosques cobran vida. Juegan con el viento y sonríen con
el sol; se refrescan con el rocío de las mañanas y disfrutan de las gotas de la
lluvia. SERES, DE NATURAL-REALEZA pura en quienes al igual que en el reino de
los humanos rigen, las tres potencias supremas de dualidad masculino femenina,
regencia de las 7 fuerzas y poder de los 4 elementos. Es en el equilibrio de
los cuatro cuerpos: físico-tierra; mental-aire; espiritual-fuego;
emocional-agua está el misterio de la re-conexión; el punto medio…donde ambas
polaridades forman la balanceada línea de la neutralidad. Allí el enigma de
Mateo 7:7-8: …“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os
abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama,
se le abrirá”, se resuelve. Una perfecta combinación como sólo los del Reino
Esmeralda pueden regalarnos nos permiten vivir en la tierra la prosperidad y la
salud, en las aguas emocionales el equilibrio necesario para que la voluntad
misma sea la que nos purifique, amar y ser amado en el amor real; en el aire
donde la mente reside y puede despertar facultades mentales sorprendentes; y,
en el fuego, donde habita el espíritu, despertar el ardiente deseo sublime que
obra lo que para el común de los mortales son milagros…más para el/a que
desarrolla la ciencia desde la espiritualidad es la aplicación práctica del
conocimiento desde nuestra verdadera esencia. SOMOS UNO EN EL TODO!!! En este
maravilloso viaje cósmico, los invito, a partir de este espacio en el tiempo a
vivir…como seres duales, la intensidad y el éxtasis de la magia con los cuatro
elementos de la CREACIÓN, que hoy despliega sus alas ante nosotros en sintonía
con el Universo y en amor, armonía y afinidad nos lleva a la danza con las
siete fuerzas de las cualidades planetarias, regalándonos sus virtudes desde EL
REINO DE LAS ESMERALDAS…EL REINO VEGETAL, en este tránsito de
crecimiento…espíritu-material.
Maria Cristina Cristal