jueves, 25 de junio de 2015
sábado, 6 de junio de 2015
CONCIENCIAS DE LA ERA DORADA.
1-
Por religiosidad se entiende la actitud en el ser
humanos que lo lleva a la fusión de dos conciencias, la Material y la Espiritual.
2-
La conciencia material está basada en los cincos sentidos
físicos… y la espiritual en los cinco sentidos del Espíritu, que se expresa a
través de los siguientes vórtices: Coronario, Frontal, “Boca de Dios”, laríngeo
y Cardiaco Sacro.
3-
La conciencia material sirve para el sostenimiento de
la vida física… y la espiritual para la evolución del ser humano, como alma y
espíritu.
4-
La conciencia material sintetiza a los siguientes
factores que son: la alimentación, defensa, descanso (sueño), progreso y
procreación…y la espiritualidad, abarca… la Vida…el Amor…la Verdad, tres
básicos principios Divinos.
5-
Al fundirse dos conciencias en una, nace en el hombre
la Conciencia Cósmica o Cristica, lo que es lo mismo, para seguir
evolucionando.
6-
El Hombre que posee la Conciencia Cósmica… profesa la
religión Cósmica que consiste en el reconocimiento de Dios, como el único
Creador, Principio y Fin de todo lo que existe, Alfa y Omega, el gran Yo Soy
Total, sin nombre propio, La continua presencia, que abarca todo, siendo el
Poder ilimitado, y que no es persona alguna… sino Espíritu Universal, la Causa
Primera, la Manifestación de lo Absoluto.
7-
El Hombre, un ser esencialmente espiritual, que su
evolución empieza a través del vehículo carnal que cada tanto se desintegra al
desgastarse, que al principio paso por otras formas inferiores como
mineral-vegetal-animal, al llegar a ocupar el físico, trata de perfeccionarse
como trilogía( cuerpo-alma-espíritu) para finalmente ascender en su cuerpo
físico y en el alma-transmutando el cuerpo atómico en electrónico-a la Octava
Superior, formando unidad con su espíritu, con su Rayo individualizado de Dios
Padre-Madre. Este acto de ascensión, una vez el ser humano se libere de toda
imperfección, llamamos resurrección, cuyo ejemplo nos ha dado Jesús, el Cristo,
conforme a la recomendación de Jesús quien ha dicho: “Sed pues perfectos como
vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”.
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